El 28 de julio de 1821 don José de San Martín en la Plaza Mayor de Lima, se realizó la ceremonia de proclamación de la independencia del Perú. Un evento reconocido en todo el peruano, pero no aceptado en todos sus territorios ese mismo día.
La resistencia el ejercito realista en la sierra centro y sur, aplazo el reconocimiento de la independencia en muchas ciudades. Una de ellas fue la intendencia de Arequipa. En la ciudad blanca dos meses después de la Batalla de Ayacucho, el 6 de febrero de 1825, en una ceremonia sus autoridades juraron a la independencia del Perú.
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Previó al evento se realizaron diversas declaraciones a favor del reconocimiento de la independencia, que incluyo la declaración de adhesión a la republica del Perú del último Virrey Pío Tristan y Moscoso, nombrado luego de la capitulación de José de la Serna.
BATALLA DE AYACUCHO Y EL ÚLTIMO VIRREY
El 9 de noviembre de 1824 en La Pampa de la Quinua, se libro la batalla de Ayacucho, que puso fin de la guerra de la independencia. Con su victoria sobre el ejercito realistas, las fuerzas libertadoras consolidaron la la liberación del Perú, del reinado español.
Sin embargo, no todos aceptaron desde el principio el fin del virreinato. La Real Academia de la Historia de España, resalta que la Junta Extraordinaria de Corporaciones y Audiencia del Cuzco, no aceptan el resultado de la batalla de Ayacucho y nombrar un nuevo virrey.
Está instancia fiel al virreinato, la capitulación firmada en la Pampa de Quinua, no tenía validez, puesto que el Virrey José de la Serna y Martínez de Hinojosa no la firmo. El documento fue suscrito por el jefe de estado mayor del ejercito realista José de Canterac y el General Antonio José de Sucre y Alcala.

De allí que eligieron interinamente como virrey al arequipeño Pio Tristán y Moscoso. El libro Historia General de Arequipa, menciona que era un residente respetable de la ciudad blanca que ostentaba el cargo de Mariscal de Campo del Ejercito Realista, debido a sus servicios en la defensa del virreinato.
Sin embargo, a pesar de haber recibido cartas del general realista Antonio María Álvarez, donde le solicitan defender los intereses de los españoles americanos, no asumió el cargo puesto que no recibió ratificación del rey de España.
PROCLAMA Y ACEPTACIÓN A LA INDEPENDENCIA
Informado de la victoria del ejercito libertador en Ayacucho, el virrey Pio Tristán a emitió una proclama aceptando la derrota del ejercito realista. Además, solicitó a los peruanos subordinación y voluntad para exigir al nuevo sistema de gobierno el ejercicio virtuoso de sus poderes, a fin de alcanzar la felicidad. En el libro Historia General de Arequipa, se advierte que este fue el pronunciamiento:
El pronunciamiento del último virrey del Perú, fue seguido por el Ayuntamiento de Arequipa del 30 de diciembre de 1824. Las autoridades de la ciudad blanca analizaron el contenido del acta de capitulación, que recibieron dos días antes y acuerdan declarar su «Adhesión a la victoria de Ayacucho.
Así mismo, se acordó que una «Comisión de Municipies» reciba en Uchumayo a la primera autoridad designada por el Libertador Simón Bolívar, el Prefecto y Comandante General Francisco de Paula Otero. También, se decidió que el 6 de enero del 1825 se realizará la ceremonia protocolar de la Jura de Independencia.
Este no fue el único pronunciamiento dado por las autoridades de Arequipa. En merito a la recepción de una carta escrita el General Antonio José de Sucre el 12 de diciembre de 1824 recibida en Arequipa el 2 de enero. Las autoridades emitieron un acuerdo y publicaron la misiva el 8 de enero de 1825 en un diario.

JURAMENTO A LA INDEPENCIA DEL PERÚ
En el libro Historia General de Arequipa se relata que hubieron dos juramentaciones. El 1 de febrero en la prefectura en presencia del Prefecto de Arequipa y Comandante General Francisco de Paula Otero, que arribó a la ciudad blanca el 12 de enero, las autoridades civiles y militares de juraron a la Independencia del Perú leyendo el siguiente manifiesto:

El 6 de febrero de 1824 se organizo una ceremonia para la población. Luego de una misa Te Deum en la Basílica Catedral celebrada por Monseñor José Sebastián de Goyeneche, en la Municipalidad mandos del ejercito libertador, alcaldes ordinarios, religiosos de diferentes ordenes y pobladores a la lectura del acta de independencia dijeron: