viernes, diciembre 1, 2023

Las antiguas navidades de Arequipa

Las antiguas navidades de Arequipa se celebraban con misas, árboles de Navidad, actividades de caridad, carrera de caballos, cine y otros.

Las chocolatadas de hoy se organizaban, también, hace 100 años en Arequipa. El 26 de diciembre de 1921, el diario El Deber reportaba una actividad dirigida a los niños en el teatro Olimpo, ubicado en el centro de la ciudad.

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La nota titulada “Fiesta Pro-huérfanos” detalló que unos 400 pequeños participaron en ese evento que regaló juguetes, golosinas y refrescos. Además, que contaba con un árbol de Navidad instalado en el escenario de ese local.

También hay otra nota dedicada a una actividad similar en el club Aurora en beneficio de los niños de la calle La Ranchería, hoy Manuel Muñoz Nájar. Ese acto contó con la bendición del entonces arzobispo de Arequipa, Mariano Holguín.

En la forma podrían observarse algunas diferencias con las chocolatadas organizadas hoy en la ciudad, generalmente, en los pueblos jóvenes. Pero en el fondo el objetivo era el mismo: dedicar esta fecha al prójimo más necesitado.

En 1931 hay una crónica periodística sobre una donación de cortes de casimir, calzados, hormas, etc. realizada por Pedro P. Diaz a sus clientes. También entregó porta monederos y cigarreras a sus trabajadores.

Pero hubo una en particular que llamó la atención por su desorganización. Ocurrió el 25 de diciembre de 1919. La caridad se iba a desarrollar en la plaza de armas. Para tal objetivo los organizadores recibieron donaciones de juguetes y alimentos. Además, iban a instalar un árbol de Navidad. Sin embargo, las expectativas fueron rebasadas y llegaron más de siete mil niños de diferentes puntos de la ciudad a reclamar sus regalos. Los organizadores ni la policía se dieron abasto y cundió el desorden en aquella mañana navideña. Hubo niños que se fueron con las manos vacías. “La fiesta terminó en medio del mayor desorden, antes de la hora fijada para terminar (…) nos apenó inmensamente presenciar la tristeza que revelaban las criaturitas que nada habían conseguido”, relata la nota publicada ese año en El deber.

LAS MISAS

Las navidades de Arequipa, por esos, se celebraban entre estos actos de caridad y festejos. Además de su participación en las misas de gallo realizadas en los principales templos de la ciudad como La catedral, Compañía y La merced. Estos actos litúrgicos se desarrollaban a la medianoche y, según las crónicas periodísticas, con buena afluencia de población. Hubo un año en que se organizó un paseo de antorchas por las calles del centro que terminó en una de estas misas.

Hay muchas notas que hablan de estas navidades, pero de otras no tan santas que se producían en bares “abiertos hasta la madrugada”, como cuando funcionaban las discotecas en la ciudad, antes del toque de queda impuesto por la pandemia.

Había celebraciones frecuentes, por ejemplo, en el Club Arequipa donde se daba cita la aristocracia arequipeña, u otras en casas particulares como la despedida de soltero donde participó José Luis Bustamante y Rivero, el sábado 24 de diciembre de 1921. “El sábado por la noche un grupo de amigos íntimos agasajó al doctor Roberto Chocano con una comida en el local del Círculo Deportivo, despidiéndole de la vida de soltero. Concurrieron los señores, doctor, José Luis Bustamante y Rivero (…)”, destaca El deber.

También había fiestas llamadas “comidas concierto” realizadas en hoteles u otros clubes sociales.

LAS TRADICIONES DEL 25

El día de Navidad significaba para el arequipeño una ocasión para ir al cine, carrera de caballos o más actos benéficos.

En la Navidad de 1931 (de 22 grados centígrados de temperatura y nada de lluvia) encontramos, por ejemplo, que la empresa del tranvía eléctrico organizaba eventos en la alameda del balneario de Tingo. Ese año llevó al mago Hugo Fortunatti para presentar “la cabeza humana que se ríe”. Además de presentar un árbol de Navidad y regalar juguetes a los niños.

También se organizaban carreras de caballo en el hipódromo de Porongoche en homenaje a la Navidad y se organizaban funciones especiales en los teatros cine de ese año. En 1931 se promovió con mucha pompa la película alemana, El ángel azul, Josef von Sternberg, una película a blanco y negro, publicitada por esos años, como lo mejor del “cine parlante”.

CAMPAÑAS

Estas navidades también eran aprovechadas por los comerciantes para ofrecer sus productos. Había avisos que ofertaban radiolas, dulces, perfumes, medias para mujeres, incluso lechones para Navidad y Año Nuevo, con precios únicos por campaña por estas fechas.

Por ejemplo, hay un enorme aviso del estudio de los hermanos Vargas quienes ofrecían descuentos por sus fotos aprovechando estas celebraciones.

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Promoción del estudio fotográfico de los hermanos Vargas.

VILLANCICOS

También parecía frecuente el acto de adoración de los nacimientos familiares con villancicos como lo recuerda José Luis Bustamante y Rivero en un extracto tomado para el libro “La gran cocina mestiza de Arequipa”. “Al mediar la Nochebuena, los chiquillos del barrio, organizados en alegres pandillas, recorrían las calles golpeando los aldabones, entonando villancicos y mercando empanadas en las vivanderías de las aceras”.

LAS COMIDAS

Por esos años se disfrutaba de las ensaladas de liccha, pallares, zanahorias, beterraga etc. acompañados de buñuelos, bizcochos y chocolate.

Era popular un pan de canela para acompañar esta Navidad, hoy vendido en la pastelería La lucha, pero el panetón, también, poco a poco empezó a ingresar las cenas navideñas. En la edición del 25 de diciembre de 1931 de El deber aparece una receta del panetón con el título “El panetón de pascua” donde entre los ingredientes usuales, como harina y huevos, aparecían “las pasas y limón confitado”. Asimismo, había avisos de tiendas que ofrecían estos panetones para las familias.

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Receta del panetón de pascua aparecida en la edición de 1931.

Juan Guillermo Carpio Muñoz, historiador, aseguró que el panetón se hizo más popular con la llegada del italiano, Guino Galleti, por la década de los 50 o 60. Pero recién en estos años en que el producto es más accesible, la mayoría de familias puede disfrutar de este pan.

PAPA NOEL

Papa Noel como personaje comercial de las navidades apareció en la década de los 30 por impulso de Coca Cola. En El deber hay algunas referencias a este personaje. Por ejemplo, desde la edición del 12 de diciembre de 1940 se empiezan a publicar una serie de caricaturas que tienen a Papa Noel como protagonista de la historia. Mientras que un año antes, en 1939, un aviso de Socosani aparecía con esta figura hoy vital en las celebraciones familiares.

 

Caricatura con Papa Noel como protagonista publicada en 1940.
Aviso de Socosani con Papa Noel como figura central.

Las navidades de antaño no era tan diferentes como las actuales, salvo algunas diferencias. Los árboles de Navidad no eran artificiales, sino de verdad, adornados con los focos que hoy vemos en nuestros techos o paredes. No existían las pequeñas luces que dan color a este elemento navideño. Sin embargo, era común instalarlo en la plaza de armas, cómo hoy vemos frente a la Catedral.

Había también nacimientos más artesanales sin tantas alegorías. Los panetones no eran tan populares como ahora. No había intercambio de regalos o el juego del “ángel secreto”. Pero las navidades, en el fondo, iban al mismo objetivo: celebrar la llegada de Jesús y acordarse, aunque sea, por esas fechas, del prójimo.

 

 

Christiaan Lecarnaqué Linares
Christiaan Lecarnaqué Linareshttp://www.elpirata.pe
Periodista en Arequipa. Trabajó en el diario La República, El Pueblo. Fundó el blog El Pirata dedicado a información de cine.

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