Hace casi un año la vida de Wilmer Panta Sánchez (19) cambió al sentir fuertes dolores en la columna vertebral. En un chequeo médico le descubrieron la existencia de un tumor maligno que había afectado dos de sus vértebras que estaban por romperse corriendo el riesgo de quedar parapléjico. Afortunadamente luego de nueve horas en el quirófano fue operado con éxito.
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El joven piurano creía que los fuertes dolores que lo doblegaban eran por el esfuerzo físico que realizaba al estar entrenando para postular a le escuela de la Policía Nacional, pero el dolor ya era insoportable y tuvo que recurrir al médico. El diagnostico no fue nada alentador. Los galenos le indicaron que tenía un tumor en la parte superior de la columna y su vida estaba en riesgo.

PRIMERA OPERACIÓN
Fue sometido a una primera cirugía donde le extrajeron el tumor de manera parcial y fue derivado a Lima donde fue revisado intensamente y los galenos le aseguraron que dos de sus vértebras estaban por romperse. Debía operarse con urgencia porque el tumor comprimía su medula ósea produciendo intenso dolor corriendo el riesgo de quedar parapléjico.
EN EL HOSPITAL ARZOBISPO LOAYZA
En el hospital Nacional Arzobispo Loayza decidieron actuar inmediatamente al estar en riesgo la vida de Wilmer Panta al ser un paciente oncológico y la alta complejidad de la operación.
“De no intervenir urgentemente, Wilmer corría el riesgo de quedarse sin movimiento en las piernas y probablemente con alteraciones de los esfínteres para orinar y defecar”, indicó Vladimir Sánchez Ochoa, neurocirujano del servicio de neurocirugía del Hospital Loayza.

RETIRAN VÉRTEBRAS AFECTADAS
La cirugía tuvo una duración de 9 horas. Los cirujanos retiraron las vértebras torácicas 10 y 11, que fueron reemplazadas con una prótesis de malla de titanio y reforzado con tornillos. Durante la intervención se requirió de recursos de monitoreo neurofisiológico por especialistas.

Ante las características agresivas del tumor sobre las vértebras, los galenos tuvieron bastante cuidado para que no haga un shock hipovolémico, ya que este sangraba demasiado, por ello se hicieron reiteradas transfusiones de sangre.
También tuvieron especial cuidado porque el procedimiento conlleva un corte convencional y un dominio meticuloso de la anatomía del paciente porque se podrían lesionar los vasos sanguíneos de la aorta o la médula espinal, sostuvo Vladimir Sánchez.
YA PUEDE CAMINAR
Después de dos días de operarse Wilmer Panta ya pudo caminar y con indicaciones de alta al quinto día. En tres meses podrá volver a realizar sus actividades cotidianas.

Se salvó de quedar parapléjico, sin embargo, deberá continuar con tratamiento oncológico para eliminar totalmente al tumor que casi lo deja atado a una cama.